Santiago de Chile no es una ciudad propiamente amable con el foráneo, en sentido figurado y literal, claro debo hacer distinción entre el inmigrante y el turista, las personas que llegan de Europa, Brasil y Argentina por una corta temporada tienen fastuosas recepciones y trato preferencial, los inmigrantes no tenemos la buena fortuna de representar altos ingresos a los sectores comerciales del país. En este orden de ideas las cosas no tienen tan buena pinta para nosotros.

Yendo al punto importante Santiago es una ciudad (en sentido literal) agresiva, con climas extremos y aire seco, sentarse frente al teclado en otoño o invierno es un desafío, las manos se enfrían, la piel arde y las ideas no fluyen tan fácilmente, pero ya hay algo de material y pronto aparecerá por acá.

Cordialmente.

El que escribe notas